Pásenle a lo barrido y a lo barrial

Hijo de un luchador. Fan de Extremoduro y de Manic Street Preachers. Adicto a las botas vaqueras. Coleccionista de sombreros vaqueros y cintos piteados. Aficionado al jazz, vago y autodidacto. He trabajado como despachador de pollo frito, chalán de frutería, fabricante de jocoque casero, lavaplatos en una pozolería, dependiente en una tienda de discos, bodeguero de panadería y vendedor de cerveza en el estadio Corona.

jueves, 10 de diciembre de 2009

La oveja negra


2 comentarios:

: dijo...

Te iba comentar algo en letra libres pero el link no funciona, así que, aquí lo dejo:

Pues sí. A mí me sería más sencillo decir que el libro que me recomendó Mario Bautista (La biblia Vaquera), cuando estaban las lecturas en el Jaime Sabines (Centro cultural de Tuxtla Gutiérrez, Chiapas) le dije que lo compraría. Me prestó su credencial del CONECULTA y me costó $ 49.00 pesos. Que de a sesenta lo tienen. Luego me fui a la casa, leí el primer cuento en la combi, escuchando KRONOS, bandita de Brutal Death Metal. (Y una rola de Nightwish). Total, llegué a la casa y ya iba por el segundo cuento. Entro al internet (cómo putas se puede entrar al internet o dicho de otro modo, me conecto) y me encuentro al Mario.

- ¡Oye, ya leí el primer cuento del Carlos!
- ¿Qué te pareció?
- je je. Me dio risa, wey. Está Chido.
- Verdá.
- Sí, wey. Después me compro el de Alfredo Léal.
- Va.

Y así, hasta ayer que el camarobsky Rogelio leía en mi casa Ohio de Léal y le dije: También este libro está chingón. Lo hojea. Je je je... je je je... ése mi Royer qué tranza. Este verga está bien “chispado”. Je je je... risas de los tres presentes en el cuarto bebiendo cerveza. (sic) Si te encuentras a una mujer que beba más que tú te lleva a la quiebra, dice el Royer, parafraseando al Carlos. Je je je... sí, aguevo, decimos los tres. Luego llegaron otras nenas y con ganas de beber nos fuimos al temple con el Royer, a las nenas las corrí (no se piense mal, una de las nenas que llegó, desparramó el desodorante de mi Chiquilla por todo el cuarto, por que dijo que olía mal; y la neta buena buena, pues no tanto, le di el cortón).

Y así en el temple bebimos un poco y platicamos del Carlos y lo chingón y las risotadas que nos pegamos, pensando en Ellos las prefieren gordas.

http://amodecaza.blogspot.com

Anónimo dijo...

Te comentó Rafa Lemus sobre tu novela de La biblia vaquera.

Eh, no la he podido conseguir en librerías